¡Qué locos!

que locos

Un manicomio lleno de locos decidió sacar unos cuantos del lugar porque estaba muy lleno.

Y para eso les hicieron una prueba a los locos.

Dibujaron una puerta en la pared, y el que se diera cuenta que la puerta no era de verdad, lo iban a sacar.

El primer loco pasó y trató de abrir la puerta, y en eso, un loco no paraba de reírse.

La sospecha del encargado fue que él ya no estaba loco.

Y un loco más trató de abrir la puerta, mientras tanto el loco todavía seguía riéndose.

En eso le llama la atención el encargado y le pregunta:

– ¿Y tú? ¿Por qué te ríes?

El loco contesta:

– ¡Es que yo tengo las llaves!

que locos

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