El fin de semana pasado, estaba paseando tranquilamente por la playa, cuando de repente me encontré con una lámpara vieja.
La levanté y la froté para quitarle el polvo y… ¡sorpresa!, salió de ella un genio de esos que todos conocen, que me dijo: "Ok, ok, ya, ya, me has liberado de la lámpara y… bla bla bla…, qué fastidio, esta es la séptima vez en el mes que alguien me libera, ya estoy cansado de tener que cumplir 3 deseos; de manera que solamente te voy a cumplir UNO, así que piénsalo muy bien…"
Bueno, en vista de la circunstancia especial pues me tomé mi tiempo pensando el exclusivo deseo, y al fin le dije al genio: "¿Sabes?, resulta que me gustaría poder ir a España siempre que yo quisiera, pero sale muy caro ir en avión y viajar en barco me marea y tarda mucho, así que ¿Podrías construirme un puente desde aquí hasta Madrid, para que me pueda ir manejando en mi Ferrari?"
El genio se soltó a reír a carcajadas, y me dijo, "Eso es imposible, piensa un poquito; dónde se supone que se va a apoyar el puente en medio del Atlántico, piensa en todo el cemento y concreto que se necesitaría, en el acero, y todo ese trabajo. No, no y no tienes consideración; piensa en otro deseo más realista, por favor."
Realmente me quedé frío con la respuesta del genio, pero lo medité un rato y también llegué a la conclusión que era pedir demasiado, así que me senté a pensar en otro deseo más realista.
Después de pensar por largo tiempo le dije al genio: Mira Genio, he tenido cinco novias y siempre me reclamaban que no las tenía en cuenta, que no las entendía y que yo era muy insensible con ellas. Así que te pido que me hagas capaz de entender a las mujeres, saber qué están pensando cuando no me dirigen la palabra, saber por qué lloran sin motivo aparente, y saber qué es lo que tienen cuando te dicen que "no les pasa nada".
El genio se quedo mirándome un buen rato, soltó un profundo, muy profundo suspiro y me dijo: "¡Bueno!… Bien, ¿de cuántos carriles quieres tu puente?