Resulta que se cruzan dos atlantes por la calle, y uno le grita al
otro:
– ¡Adiós, tocayo! – Y el otro lo saluda y se queda pensando:
– ¡Hombre! …¿¿¿cómo coños se llamaba este tío???
P: ¿Por qué los atlantes ponen un tomate arriba de una radio?
R: Para escuchar salsa
Pasa un atlante por delante de un escaparate y se ve reflejado en el
cristal. Se pasa todo el día pensando
– ¿De qué conozco yo a ese tío que estaba en el escaparate?,
¿de qué lo conozco?
Por la noche cuando está acostado sigue dándole vueltas a la
cabeza y al fin cae y dice:
– Coño ya lo sé. ¡¡¡Es el que se corta el pelo delante de mí en
la peluquería!!!
¿Cuántos atlantes se necesitan para hundir un submarino?
Dos. Uno que toque la puerta y otro que le abra.
Dos atlantes hablando:
– Mi hijo es un bruto…
– No, el mío es mas bruto, ya veréis… Paco, ¡ven aquí!
Viene el atlantito:
– ¿Que queréis padre?
– Ve con este billete de dos pesetas a la tienda y cómprame
un televisor a color.
– Ok, ya voy.
El niño se va…
– ¡Ja!… ¿visteis?… ¡mi hijo es un bruto!
– Coño, pero que el mío es MÁS bruto… Manolito, ¡ven aquí!
Se acerca Manolito:
– Qué quieres padre?
– Ve a casa a ver si estoy allí…
– Ok, ya voy.
Los dos niños se encuentran en el camino:
– Mira si será bruto mi padre que me ha enviado a comprar un
televisor a color con dos pesetas… y no me dijo de qué
color lo quería.
– El mío es MÁS bruto aún… me mandó a casa a buscarlo… y
no me dio las llaves.