Va un niño donde su padre y le pide un vaso de agua, el padre se lo da. Vuelve el
niño y le pide otro vaso de agua, el padre se lo da, vuelve el niño y le pide otro
vaso de agua y el padre extrañado se lo da, vuelve el niño y le pide otro vaso de
agua… y el padre no aguanta más y le dice:
-Pero Pepito, ¡ya te he dado como 50 vasos de agua!
-¡Sí papá!, pero el abuelo sigue ardiendo.