Es costumbre soñar con aquellas cosas que por fin nos harán felices: Seré feliz cuando me case, seré feliz cuando tenga un bebé, etc. Seremos felices cuando podamos conseguir nuestro automóvil soñado, cuando vayamos de vacaciones a aquel balneario famoso, cuando nos jubilemos.
La verdad es que no hay mejor momento para ser feliz que ahora mismo. Si no es ahora, ¿Cuándo? La vida siempre tendrá desafíos que enfrentar. Lo mejor es admitirlo y decidir que seremos felices de todas formas. La siguiente es una cita de Alfred D. Souza:
«Por mucho tiempo me parecía que estaba a punto de empezar a disfrutar de la vida. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que lograr primero, algún negocio inconcluso, más tiempo de servicio o una deuda que pagar… y entonces la vida empezaría. Finalmente desperté a la realidad de que estos obstáculos eran mi «vida». Esta perspectiva me ha ayudado a darme cuenta de que no existe un camino hacia la felicidad. La felicidad es el camino. Por tanto, atesora cada momento que tienes y atesóralo más porque lo compartiste con alguien especial, suficientemente especial para dedicarle tu tiempo… y recuerda que el tiempo no espera a nadie.»
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Deja de esperar hasta que termines tus estudios o hasta que vuelvas a estudiar; hasta que pierdas diez libras o hasta que ganes diez libras; hasta que tengas hijos, hasta que tus hijos se vayan de casa, hasta que empieces a trabajar, hasta que te jubiles, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el sábado por la noche, hasta el domingo por la mañana, hasta que tengas un carro o una casa nueva, hasta que termines de pagar tu carro o casa nueva, hasta la primavera, hasta el verano, hasta el otoño, hasta el invierno, hasta que te recuperes económicamente, hasta el primero o el décimo, hasta que logres tu canción, hasta que venga tu barco, hasta tengas un trago, hasta que logres la sobriedad, hasta que mueras, hasta que vuelvas a nacer…
Tienes que decidir que no hay mejor tiempo para ser feliz que ahora mismo. ¡La felicidad es un viaje, no un destino!
Trabaja como si no necesitaras dinero, ama como si nunca te hubieran herido y baila como si nadie te estuviera viendo… y no olvides sonreír siempre.
