No había en el pueblo peor oficio que el de portero del botiquín. Pero ¿Qué otra cosa podría hacer aquel hombre? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio. Un día se hizo cargo del botiquín un joven con inquietudes, creativo...
Dejar ir
Al dejar ir y dejar a Dios actuar, nuevas oportunidades se abren ante mí. (más…)