Un misionero predicando por la calle se encuentra con un rancho llamado "Rancho Paraíso",
toca el portón, después de un buen rato sale un hombre y le dice: "¿En qué podemos
servirle?"
Él responde, mi nombre es Ramón y vengo para hablarle de una promesa muy interesante
que a usted le gustará mucho pero: ¿Cuál es su nombre? A lo que el hombre contesta:
"Adán". Oh qué bien, vive en el rancho Paraíso y se llama Adán ¿Y su esposa se llama
Eva? "Así es".
El hombre impresionado le pregunta ¿Tiene usted hijos?, a lo que responde
que sí y los llama: "Caín, Abel, vengan rápido". Una vez más el hombre sorprendido
le dice de forma burlona: "¿Tiene usted una serpiente?" Y Adán le responde. "Sí.
Eva, corré, traé a tu mamá que la buscan…"