Dejar ir
Al dejar ir y dejar a Dios actuar, nuevas oportunidades se abren ante mí.
Al dejar ir y dejar a Dios actuar, nuevas oportunidades se abren ante mí.
Dos ángeles que viajaban pararon a pasar la noche en el hogar de una familia rica. La familia era grosera y rechazó la estancia de los ángeles en el cuarto de huéspedes de la mansión. En su lugar, los ángeles fueron hospedados en un espacio frío del sótano.
Dos hombres, ambos seriamente enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. A uno de ellos se le permitía sentarse en su cama por una hora cada tarde para ayudar a drenar los fluidos de sus pulmones.
Beneficios que obtenemos de la risa:
Una alma recién llegada al cielo se encontró con San Pedro. El santo llevó al alma a un recorrido por el cielo.
La hija de un hombre le pidió al sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que estaba muy enfermo.
Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea.
-A los 100 años de edad Tesichi Igarish subió el monte Fuji en Japón.