Competitividad

En la lucha diaria por mantenerse competitiva, la empresa de hoy busca mil maneras de superar que lo sus competidores ofrecen.

Algunas empresas se mantienen en una búsqueda constante por nuevas fórmulas y secretos que les permitan obtener esa mágica mezcla de calidad, precio, respaldo y servicio ampliado que convertirá a su producto en el preferido del mercado.

Cuando se falla en desarrollar la mezcla mencionada, la empresa cae en prácticas como: reducción sistemática de costos; reducción de la calidad en piezas, partes o ingredientes que el cliente no detecta fácilmente; reducción de salarios, reducción de personal, imitación barata del líder, espionaje industrial, etc.

Las prácticas mencionadas y otras semejantes, tarde o temprano afectarán la supervivencia de la empresa. ¿Qué debe hacer la empresa para consolidar su posición?

1o. Desarrollar una administración profesional que se base en valores firmes y oriente estratégicamente la operación del negocio.

2o. Hacer de la calidad y sus herramientas una mística de trabajo que se viva en todos los niveles.

3o. Si es necesario, rediseñar sus procesos, procedimientos y estructura para que exista flexibilidad, respuesta rápida y completa orientación al cliente.

4o. Mejorar continuamente y renovarse cada vez que sea necesario.

En el mundo cambiante de hoy, es aplicable más que nunca el dicho chapín: "Camarón que se duerme se lo lleva la corriente". Claro que casi todas las empresas conocen los cuatro puntos mencionados; pero ¿lo han tomado realmente como una forma de trabajo? ¿tienen las herramientas para aplicarlo o sólo conocen la teoría?

Si se asiste a cursos y seminarios y se toman sólo como charlas motivacionales; si al terminar el curso guarda el material y continúa haciendo "lo mismo de siempre", por supuesto que no servirá de nada y seguirá con los mismos dilemas de siempre.

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